sábado, 21 de julio de 2012

Los lugares más salados del mundo




  
Los lugares más salados del mundo
 
Hoy en día podemos llegar a cualquier parte del planeta. Si hablamos de turismo y viajes de ocio, también, pues rincones inéditos están programados o si no lo están, seguro que podemos acercarnos a una ciudad desde donde alguna agencia nos venderá una excursión o un guía pueda planificarnos una visita.
Estos son los viajes únicos: seleccionar algo diferente, que en muchas ocasiones sólo haremos una vez en la vida. Hoy presentamos una galería de destinos que son viajes únicos por su inaccesibilidad y por su particularidad. Llanuras, cuevas y túneles que ponen una nota de sabor a tu viaje.
 
Llanuras del Salar de Uyuni (Bolivia)
En la Región del Potosí se extiende un mar de sal de casi 12.000 kilómetros cuadrados. Algunos lo llaman el mayor desierto de sal del mundo, otros ven cómo en las épocas de lluvia se cubre con una fina lámina de agua, convirtiéndolo en un gigantesco océano muy salado. Una atracción es visitar los hoteles de sal, construidos íntegramente con este luminoso material blanco.
 
Túneles de Solotvyno (Ukrania)
Miles de visitantes acuden cada año a una ciudad minera con claro perfil soviético, para visitar sus minas de sal. La mayoría como atracción turística, otros como turismo de salud, ya que se ofrece espeleoterapia, un tratamiento para los problemas respiratorios. A 300 metros de profundidad, las partículas de sal suspendidas en el ambiente son un bálsamo natural de mejora. Cada sesión cuesta 18 euros.
 
Montañas de Sal de Cardona (España) y Trapani (Italia)
Cerca de Barcelona, a 90 kilómetros, se encuentra Cardona, con su bellísimo Pórtico de Sant Vicenç. Y en sus postrimerías hay un grupo de montes que se entremezclan con las ruta de los castillos de la ciudad, realzando un paisaje de tonos rojizos con zonas translucidas y arcillosas creadas por la mezcla de sal y tierra que le dan carácter al entorno.
 
Cambiamos de país y viajamos a Italia para descubrir en Sicilia las salinas de Trapani, una maravilla natural creada por la evaporación del mar. Majestuosas, las salinas se yerguen blancas y vigilantes sobre una carretera de costa decorada con centenarios molinos de viento.
 
El campo de golf del diablo y Great Salt Lake (EE.UU.)
El primero está en el famoso desierto de Death Valley, que es uno de los puntos geográficos más bajos de la tierra y también uno de los más calurosos. Una visita casi obligada para los que viajan a Las Vegas. En el centro del desierto hay un área de finísimos cristales de sal, donde a la caída del Sol el diablo sube de las profundidades para jugar al golf.
 
Otro precioso y colorido desierto es Utah, donde está el "Mar Muerto americano", un gran lago prehistórico hoy seco y salado. Está muy poblado de fauna que se ha adaptado a las condiciones extremas de esta región. Un lugar de visita recomendada para todos los que pasen por Salt Lake City.
 
Cuevas de Bamakdan (Irán)
Recientemente descubierto, es el mayor sistema de cuevas de sal del planeta. Un paisaje de lagos interiores de agua salobre con estalagmitas y estalactitas de cloruro sódico, es decir, de sal. Estas cuevas de sal crean diferentes formaciones que cambian de aspecto cada vez que llegan las lluvias, de modo que no se necesitan miles de años para su formación. Esta región es un área protegida y hay que solicitar permisos para visitarla.
 
Catedrales de sal de Zipaquirá (Colombia)
Un viaje religioso. En la provincia de Cundinamarca, hallaremos la única catedral de sal del mundo. Un túnel minero con depósitos salinos de más de 200 años, en cuyo recorrido van surgiendo 14 capillas que forman un auténtico vía crucis. Cada una de estas capillas permite arrodillarse y rezar. Acuden cada domingo más de 3.000 feligreses a escuchar las misas que rinden culto en esta basílica de sal.
   

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