París
en 3 días: sugerencias para hacer un recorrido "express" por la
ciudad sin perderse nada
Viajar
por Europa y no visitar Paris es como ir a Paris y no ver la torre Eiffel.
Prejuicios relacionados con que "a Paris hay que dedicarle como mínimo una
semana" suelen hacer que los viajeros dejen fuera de agenda una de las
ciudades más atrapantes del mundo.
Hecha
la aclaración, a elegir y planificar bien, porque además de fascinante es
cierto que el destino es grande y la oferta, muy amplia.
Este plan
escueto ofrece algunas opciones no muy trilladas pero
si súper interesantes (como un paseo por el Canal de Saint Martin), pero
también cierta omisión cercana al pecado (como el museo del
Louvre).
Día 1: Pantallazos a los obvios
La
primera sugerencia tiene que ver con un pantallazo de los clásicos de
clásicos (atestados de turistas, claro).
Para
comenzar hay que caminar por las riveras del Sena. Cruzar sus
puentes, detenerse, sentarse en los bancos, admirar, disfrutar, sentir que
indefectiblemente se está en Paris.
Luego,
y en consecuencia, la Torre Eiffel: ya se dijo en la entrada de la
nota que nadie visitará Paris y no la verá. Si se pudiese subir mejor, pero hay
que tener mucho tiempo ya que las colas son largas, entones, este no es el
viaje.
A
estar preparados, por lo tanto, para observarla desde distintos sitios,
para espiarla, para verla asomar entre edificios, para descubrirla desde una
ventana.
Notre
Dame también
requiere de muchos minutos para entrar, pero es imposible no pasar a saludarla,
detenerse unos segundos en su frente y hacer foco y disparar.
Vendrán
luego el Arc De Triomphe y Champs-Elysées, y la
misma consideración: pasar a verlos, sacarles un par de fotos rápidas y seguir
viaje.
El Louvre no
puede dejar de mencionarse pero la verdad es que como mínimo, requiere
de un día (en realidad para recorrerlo todo y bien se necesitan
semanas) por lo que en esta vuelta el museo de los museos lamentablemente se
deberá dejar de lado.
Se
mira y no se toca: Avenue Montaigne. No perder minutos caminando
por el paseo comercial de Champs-Elysées tiene sus frutos: negocios top en
serio son los de la calle Montaigne, una especie de avenida Alvear de Buenos
Aires, pero nada más y nada menos que en Paris.
En
la Avenue Montaigne hay marcas como Louis Vuitton, Fendi, Ares, Chanel,
Salvatore Ferragamo, Dolce Gabbana, Gucci, Max Mara, Giorgio Armani, Nina
Ricci, Dior, Jimmy Choo, Loewe, Roberto Cavalli, Elie Saab, Barbara Bui, Ralph
Lauren y muchas otras.
Además
de locales perfectamente diseñados y decorados, en la Montaigne hay hoteles,
cafés y restaurantes en los que habrá que tener mucho cuidado: son caros en
serio.
La
avenida Montaigne debería tomar como mucho dos horas de tiempo, y está claro
que ya no quedará demasiado del primer día, luego de los vistazos a los
clásicos.
Día 2: Montmartre
Sacré
Coeur (la
iglesia del Sagrado Corazón en el Monte de los Mártires, Montmartre) es un
clásico de Paris.
La
basílica -situada en la cima del monte donde decapitaron al primer obispo de
París - es relativamente nueva: fue construida entre fines de 1800 y principios
de 1900, y cuenta con el campanario más grande de Francia.
El
paseo por Montmartre debe incluir la cima del monte y una visita a la iglesia,
pero lo fundamental es recorrer las calles empinadas del
barrio: senderos de piedra por los que los pintores impresionistas
caminaban de día con sus atriles colgando y, durante la noche, andaban de copa
en copa y de cabaret en cabaret (Moulin Rouge incluido)
Montmartre, además, tiene cafés,
bares y restaurantes repletos de onda y aire bohemio, y también patisseries
y panaderías que obligan a comprar al menos un trozo de pan. De hecho,
la mayoría de los concursos "Mejor Baguette de Paris" que se realiza
desde 1994, fueron ganados por panaderías de este barrio mágico.
Caminata
por el Canal de Saint Martin y Le Marais. El Canal de Saint Martin es
un curso de agua (de un verde mágico), en cuyas orillas suelen pescar los
parisinos.
Construido
en 1825 como proveedor de agua, es hoy es un remanso precioso para
bajar un cambio (en medio del caos de la ciudad), ideal para recorrerlo por la
mañana.
La
caminata bien puede dar comienzo cerca de Gare du Nord y Gare de l'Est
(estaciones de trenes) con muy lindos edificios que vale la pena conocer, pero
con cuidado: la zona no es peligrosa de mañana, pero puede serlo de
noche.
El
Canal de Saint Martin se esconde en el barrio Le Marais, zona
soñada para almorzar en restaurantes y bares típicos de la ciudad poblados de
jóvenes.
Día 3. Musée d'Orsay
El
dolor por no haber visitado el Louvre puede tener un bálsamo: visitar un museo
más pequeño y específico, de artes plásticas, de pintura sobre todo. El
Musee d' Orsay es el cielo de los impresionistas y, ubicado a orillas
del Sena, se emplaza sobre una vieja estación de trenes de fines del siglo
XVIII, por lo que es una obra de arte en sí mismo.
El
Musée d'Orsay cuenta con obras de Pisarro, Seurat, Degas, Renoir, Manet,
Sisley, Gauguin, Matisse, Cézanne, Millet, Tolouse-Lautrec, Monet e incluso de
varios expresionistas, Van Gogh entre ellos.
El Jardín
de las Tullerías, justo frente al Orsay, es lo mejor de Paris para caminar
y caminar: un inmenso jardín que pertenecía al hoy inexistente
Palacio de las Tullerías.
Este
parque gigante tiene fuentes inigualables y cuadras de verde césped que, como
alfombras interminables, invitan a sentarse para disfrutar de un picnic.
Datos útiles
-Avión: Despegar.com
ofrece Buenos Aires - Paris a $15.500 con una escala. Está
claro que esta propuesta (de solo tres días) no es para un viaje que incluya
exclusivamente Paris, sino para quienes quieran recorrer Europa. Entonces, hay
opciones de vuelos un poco más baratos. A Roma, por ejemplo, se encuentran desde
$12.700.
Alojamiento: También
Despegar.com ofrece hoteles (tres estrellas), en el barrio Latino por
ejemplo, desde $1.500 la noche en habitación doble.
-Seguro
de viajero (obligatorio):
Prácticamente todos los países de la Unión Europea -Francia entre ellos- solo
permiten el ingreso a quienes cuenten con un seguro médico.
En
dichos países, es obligatorio que los visitantes lleguen al continente con una
cobertura que les brinde asistencia por un mínimo de 30.000 Euros (consultar
con el banco emisor de la tarjeta de crédito propia, en muchos cosas incluyen
esta cobertura sin costos).
En
caso de que la tarjeta de crédito no brinde seguro de viajero, Universal
Assistance, por ejemplo, ofrece el servicio Europa desde u$s12 por día contratando
un mínimo de cinco días, o u$s10.5 al contratar diez (y a medida que se
contratan más jornadas, el precio diario baja).
Diego
Barón, Director de Marketing y Publicidad de Universal Assistance y Travel Ace
Assistance, comenta que "más allá de la obligatoriedad que impone Europa,
los seguros de viajeros se transforman en una especie de sostén psicológico y
permiten al pasajero relajarse por completo durante sus vacaciones.
"Además
-agrega- el hecho de contar con asistencia tiene por estos días un valor mucho
más elevado que el importe monetario que se paga, ya que nunca,
lamentablemente, estamos exentos de sufrir un percance, y cuando las cosas
suceden afuera todo se complica sobremanera. Incluso, si se tienen en cuenta
los gastos generales que representan realizar un viaje (pasajes, alojamiento,
comidas y muchas otras erogaciones diarias) el costo de contratar uno de estos
seguros representa un porcentaje mínimo".
Cabe
remarcar, además, que la gran mayoría de los productos de asistencia
para viajeros no sólo comprenden la prestación médica -atención
por urgencia o enfermedad, asistencia en casos de problemas y hasta
internación-, sino también localización de equipaje -y gastos por
demora del mismo-, asesoramiento legal y financiero y
servicios menos urgentes pero muy necesarios como la reposición de
computadoras personales en caso de viajeros de negocios.
Fuente: Iprofesional